“La creatividad es la inteligencia divirtiéndose”, dijo Albert Einstein, y si hay algo que alimenta a la inteligencia es la curiosidad. ¿Cómo encontrar esa llave maestra, esa idea clave sobre la que va a girar la comunicación y ejecución de tu campaña? El concepto creativo perfecto no aparecerá de repente, habrá que ayudar a la creatividad, y el secreto no es otro que el que ya apuntó Leo Burnett: «la curiosidad sobre la vida en todos sus aspectos continúa siendo el secreto de las personas más creativas». Observa, aprende, comparte, sal de tu zona de confort… la inspiración está ahí fuera. Te damos algunas ideas para que despiertes el creativo que llevas dentro.
Inspiration is in the air. La estética y el concepto de tu próxima campaña de comunicación o evento en ocasiones puede surgir de la última película que has visto, de tu serie favorita, de una canción o un estilo musical, o quizá te inspires en algún movimiento artístico, sus colores y formas, el estilo de un pintor, un escultor… y si hay una fórmula que estimula la imaginación y la lleva de nuevos estímulos esa es viajar, visitar otras ciudades, otros países, otras culturas y tradiciones que te transporten a un nuevo mundo lleno de historias y anécdotas. Estas son algunas opciones, pero la lista es infinita. Añade también las redes sociales, que pueden ser un buen canal para descubrir las últimas tendencias.
Mejor solo… la soledad creativa. Estamos rodeado de ruidos, de estímulos contanstantes y mucha información, pero el proceso creativo también requiere un poco de paz, de sossiego y de calma, tiene una parte de introspección y de tiempo de interiorización que es esencial para estimular ideas y propuestas. El creativo también necesita de su momento de soledad y trabajo individual para que la bombilla de la inspiración se encienda.
O acompañado… el poder del pensamiento grupal. Llámalo brainstorming o simplemente compartir tus ideas, pero procura someterlas a la opinión de tu equipo (y cuánto más variado y multidisciplinar, más rico será el debate y las nuevas ideas que surjan). Se trata de conectar ideas, confrontarlas, hacerse preguntas para poder dar ese giro conceptual que defina el evento. ¿Algunas técnicas? Jugar con los contrastes, agrupar ideas o concepto dispares entre sí, sacar el producto fuera de contexto, hacer paralelismos entre producto y conceptos, exagerar las ideas o incluso aprovechar una limitación del producto o del venue donde se va a celebrar el evento.
Sal de la rutina y diviértete. Buscar enfoques diferentes, romper las reglas y salir de lugares comunes, que incluyen la oficina, porque la gran idea no está pegada en la pantalla de tu ordenador. Es verdad que la inspiración te debe encontrar trabajando, pero la creatividad no es amiga de las rutinas y los hábitos. Intenta hacer algo nuevo cada día, improvisa, cambia el rumbo al que estás acostumbrado y aprenderás a mirar diferente, a percibir cosas de las que antes no te dabas cuenta. Esta especie de evasión premeditada permite al cerebro establecer nuevas conexiones y crear nuevos caminos para llegar a lugares diferentes.
Conviértete en un cazatendencias. El coolhunting es un arte que requiere estar muy atento, con los ojos bien abiertos para observar, curiosear y saber qué se cuece en diferentes ámbitos y disciplinas: el arte, la ciencia, la arquitectura, la psicología… temas y estéticas que pueden cambiar tu punto de vista y dar lugar a nuevas ideas que podrás aplicar a tus eventos.
Moodboard, un collage para visualizar. En él podrás plasmar todo lo que quieres que esté presente en tu evento y así podrás anticipar el ambiente, las emociones, los detalles… para ello utiliza frases inspiradoras, telas, colores, tipografías, fotos, texturas, objetos, todo lo que te ayude a visualizar la idea y la esencia de tu evento. Este método te puede hacer retroceder en el tiempo y conectarte con tu infancia, ese momento de recortar, pintar, colorear con cualquier cosa que tuvieras a mano. Despierta a tu niño o niña interior y deja que te inspire.